Sebastián Vásquez: “Es básica una mejor gestión del riesgo volcánico y el primer paso es educar a los niños en el conocimiento de su territorio”

Educación y concienciación sobre el territorio que pisamos, esta ha sido la apuesta firme del geólogo y colaborador de la Volcano School Foundation. 

Vásquez ha abierto la segunda jornada de Worldcanic, que se ha celebrado en la bodega Los Bermejos, con una presentación centrada en entender cómo “la sociedad sobrevive y convive con los volcanes”. Su experiencia en Colombia -país del que es originario, aunque se trasladó de joven a Cataluña- ha servido de hilo conductor para entender que, aunque “no es posible predecir exactamente una erupción, sí se pueden leer las señales que ofrecen los volcanes y evitar desastres como el acontecido en 1985 con el Nevado del Ruiz”. 

En aquella ocasión más de 23.000 personas perdieron la vida en una avalancha de lodo candescente que sepultó a toda una población. Una tragedia que pudo haberse evitado de haberse gestionado mejor el riesgo volcánico con prevención y comunicación. Previamente a la fatal erupción, hubo erupciones de ceniza pero no se actuó y la población tampoco tenía la información para saber qué podía significar eso. Y lo más importante, “se olvidó la historia: esa avalancha no fue la primera que sucedió, pero se volvió a repoblar la zona y volvió a repetirse el fatal desenlace”. A partir de ahí, se crean diversos observatorios geológicos en Colombia, “un país con más de 20 volcanes, 10 de ellos activos”. 

Mediante el estudio de la historia eruptiva, la evaluación de la amenaza, la vigilancia y el monitoreo, la diagnosis sobre el estado de la actividad y la socialización y comunicación de la información; el Servicio Geológico Colombiano consigue ahora tener una mapa de riesgos de las zonas volcánicas que permite tener un mejor control de las mismas. 

Pero para Vásquez con el trabajo científico no es suficiente: “es necesaria la colaboración y el respeto mutuo entre las comunidades de las zonas volcánicas y los geólogos. Es importante que estas poblaciones tengan la información necesaria para leer las señales que emiten los volcanes, para interpretar los mapas de amenazas y para que actúen también como vigilantes del volcán, ya que ellos están sobre el terreno”. En definitiva, “capacitar a las comunidades que viven en torno a los volcanes para que puedan convivir con ellos y sobrevivir”. 

En este sentido la labor de formación de las generaciones más jóvenes resulta, según el geólogo, básica en esta ecuación porque “si de pequeños entienden el territorio en el que viven aprenderán a valorarlo y a seguir las evoluciones del volcán, con lo cual ellos mismos serán los que lo monitoreen y vigilen”. Y éste es el principal objetivo del proyecto Volcano School Foundation con el que Sebastián Vásquez colabora con divulgación científica entre niños de zonas volcánicas.